El actor Antonio de la Torre (Málaga, 1968) regresa al teatro después de 10 años y lo hace con ‘Un hombre de paso’, texto de Felipe Vega dirigido por el cineasta Manuel Martín-Cuenca en el que comparte escenario con Juan Carlos Villanueva y María Morales. La obra llegará al Teatro Gayarre este viernes, 11 de marzo, a las 20.00h.
En una entrevista concecida al suplemento ‘El Asombrario’ del diario digital público.es y que firma el periodista Juan Salinas Quevedo, el actor reflexiona sobre este montaje en el que da vida a Maurice Rossel, quien como miembro de la Cruz Roja Internacional durante la Segunda Guerra Mundial, visitó el campo de exterminio de Auschwitz. En concreto, la obra recrea un encuentro entre Rossel y el escritor italiano Primo Levi, superviviente de aquel horror. Personajes reales, ambos, a los que acompaña un personaje de ficción: Anna, una periodista.
‘Un hombre de paso’ invita a reflexionar sobre la responsabilidad individual. “El genocidio fue posible porque millones de personas miraron para otro lado”, explica el actor. En ese sentido, su personaje interpreta a un tipo equidistante. Y si bien de la Torre considera que, en algunos casos, la equidistancia es necesaria para intentar abarcar todos los puntos de vista, en otros no es aceptable. Como en el caso del holocausto, por ejemplo. «la equidistancia es peligrosa. El genocidio fue posible porque millones de personas miraron para otro lado. Incluso la propia Hannah Arendt, siendo judía, fue repudiada porque mantuvo la idea de que la mayoría de los nazis no odiaban a los judíos, sino simplemente cumplían órdenes. Existe la psicopatía. El otro día hablaba con un doctor que me dijo que el 4% de la población es psicópata, eso no significa que sean asesinos en serie, pero me recomendó que por si acaso nunca tuviera una discusión de tráfico (risas). Pero más allá de ese porcentaje de gente que de una manera química es incapaz de sentir eso tan necesario para el avance de la civilización como es la empatía, la mayoría de la gente evitamos lo que no nos afecta personalmente y miramos hacia otro lado. Y, a veces, los crímenes son posibles porque unos los perpetran y otros no los evitan», explicó el actor en esta entrevista.
Sobre su personaje, el actor cuenta lo que sintió tras ver el documental sobre su figura, Un vivant qui passe (1997). «En él, presentan a Rossel como una figura histórica y el tío empieza a hablar como de una manera académica. Es como si yo ahora te empiezo a hablar de que hay dos escuelas de interpretación, la del método y tal… Pues él hacía eso, pero hablando de los prisioneros de guerra. Y va hablando del tema como algo que no tiene que ver con él. Habla como experto, pero no como alguien que evidenció aquello. Y es brutal». Nuevamente, la equidistancia. «Me recuerda a lo que pasa con muchos problemas sociales, mucha gente te dice que lo arreglen los políticos. Pero todos somos cómplices de cualquier posible barbaridad que se pueda cometer», agrega de la Torre.
Toda la entrevista, disponible AQUÍ.
TEASER DE ‘UN HOMBRE DE PASO’